No importa que seas ajeno a los deportes de invierno. Subir hasta Aiguille du Midi merecerá la pena siempre y será un recuerdo que guardes toda tu vida.
La Aguja del Mediodía es, junto al Mont Blanc, la montaña más famosa de los Alpes franceses y el paraíso de los esquiadores que tienen en la estación de Chamonix un referente mundial en la práctica del sky.
La subida comienza en teleférico que parte de Chamonix a 1.035 metros. Una impresionante estructura que te permite llegar a la estación intermedia de Plan D’Aiguille a 2.317 metros.

Desde la estación podemos contemplar maravillosas vistas del Mont Blanc, los Drus, l’Aiguille Verte, las agujas de Chamonix y el Glacier des Bossons e incluso podemos hacer una pequeña excursión hasta el Mer de Glace.



Una de las actividades que incluye la visita a Aiguille du Midi es la denominada Pas dans le Vide (paso al vacío), una estructura de cristal que cuelga del vacío y no apta para los que padecen de vértigo. En ella no puedes entrar con objetos punzantes ni con tu propio calzado. Para subir hasta aquí debemos coger un ascensor que nos dejará a 3.842 metros.

Una vez bajamos de nuevo en el ascensor, se debe visitar el Espace Vertical, donde se encuentra un pequeño museo del alpinismo que, además, tiene el honor de ser el museo a más altura jamás construido. En él, podemos comprobar los pasos que se dieron en la construcción de la estación y el grandísimo esfuerzo material y humano que supuso. ¡Espectacular!


Si atravesamos Le Pipe (el tubo), una estructura de hierro de 32 metros de longitud y adosado a la roca del Aiguille du Midi, llegaremos hasta otros dos miradores y a la estación del telecabina Panoramic MontBlanc.
Es difícil describir lo que tienes antes ti y lo suyo es dejarse llenar de sensaciones. Momentos irrepetibles que te hacen poner los pies en la tierra y pensar en lo insignificantes que somos.
Os dejo el vídeo resumen que subí a mi Instagram.
Gracias por estar ahí.


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