Había llovido a lo grande el día antes y no teníamos mucha fe en poder realizar esta ruta, pero todo jugó a nuestro favor y la disfrutamos como se merecía.

La ruta no es larga puesto que tiene un trazado de 7,4 kilómetros, pero el terreno la dificulta y la convierte en no apta para todos los públicos. Decidimos este recorrido porque coincidía con la celebración de la quinta edición de la Carrera de los Tres Valles, y esperábamos ver a parte de los corredores a la altura de la Mesa del Francés, algo que ya hicimos tres años antes.

Iniciamos el camino en el Mirador Paso de los Lobos, en la carretera de ascenso a la Peña de Francia, donde coincidimos con gente de la organización de la carrera. Emprendimos la ruta cuesta arriba sorteando como pudimos los riachuelos formados tras la lluvia. Tierra y piedras que a veces obligaban a no perder de vista el suelo, algo complicado porque el paisaje que tienes delante de tus ojos es un espectáculo. La Sierra de Francia y la de Béjar, al fondo; el Valle de las Batuecas bajo tus pies, el embalse de Gabriel y Galán a lo lejos. No podemos pedir más.

Una vez que llegamos a una pequeña torre construida con piedras y que hace las veces de hito, seguimos de frente hasta llegar a a la Mesa del Francés. Se trata de una plataforma llana de granito y muy amplia desde la que se divisa la Sierra de Francia en todo su esplendor. Conviene hacer una parada y divisar el paisaje.

Allí coincidimos con Imanol y Alex, dos de los organizadores de la Tres Valles que esperaban a que llegaran los últimos corredores. Aprovechamos para charlar con ellos y nos contaron su malestar sobre las dificultades de celebrar un evento de este tipo. Y es que , al parecer, la falta de apoyos económicos y de otro tipo ponen en riesgo próximas ediciones. La Tres Valles (os recomiendo que entréis en su web) es una carrera internacional en la que este año han participado corredores de ocho países y, según algunos participantes, es de las mejores carreras en todos los sentidos, tanto deportivo como organizativo. Por eso, sería una lástima que dejara de celebrarse, con todo lo que supone desde el punto de vista de promoción turística de una zona como la Sierra de Francia.

Abandonamos la Mesa del Francés rumbo al Puerto de Monsagro. Toca descender entre brezos y matojos espesos y conviene hacerlo con cuidado porque el terreno es pedregoso y, además, está empapado.

Decidimos desviarnos a la izquierda en el camino que sale rumbo a Los Puertitos donde previsiblemente comeremos. Es una senda sencilla y agradable- a pesar de ser un riachuelo por las lluvias- hasta el punto de sentir, en varios tramos del recorrido, unas corrientes calientes que suavizan el aire frío del día. Desconocemos el origen de las mismas y más tarde nos arrepentiríamos de no haber parado allí a comer.

Camino hacia Los Puertitos

El tramo final parte de Los Puertitos y llega de nuevo hasta el Paso Los Lobos. Lo hacemos después de comer y, aunque no es el mejor momento, a la larga se agradece el ejercicio. Es un tramo bastante pedregoso y cuesta arriba con algunos momentos en los que cruzas por pedreras por lo que conviene no perder de vista el suelo. A nuestra derecha impresionante, el Valle del Lera.

Poco antes de llegar al aparcamiento donde dejamos el coche aparece una senda de pinos jóvenes que nos acompañarán hasta el final.

Valle del Lera

Os dejo la ruta de WIKILOC por si os decidís a hacerla, que espero que sí.

Track de la ruta en Wikiloc

Y como siempre, aquí tenéis el vídeo resumen que subí a mi Instagram:

¡Hasta la próxima!

2 comentarios

  1. Subí muchas veces a la Peña (en coche, claro) y siempre pensé en acercarme a Monsagro. Nunca lo hice, ahora me estimulas y mucho. Gracias.

    Emilio de Miguel Martínez

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