Pudiera parecer una ruta pensada para los más aventureros, por aquello de la escalada, pero creedme si os digo que se trata de un recorrido apto para casi todos los públicos.
En cualquier caso, si te entran ganas de probar este tipo de experiencias, aunque sea de iniciación, puedes entrar en esta web donde te explican cómo hacerlo sin riesgo alguno. Y es que una vía ferrata es un trazado horizontal y vertical sobre rocas que está equipado con peldaños , clavijas, rampas, pasamanos, cadenas o grapas para hacerlo provisto de material como casco, cabos, guantes, calzado adecuado, etc. Todo un mundo que descubres si haces la ruta Vía Ferrata de La Muela.

La ruta se sitúa en La Garganta, un pequeño pueblo extremeño pero que, sin embargo, es el más elevado del Valle del Ambroz. Se trata de un trazado circular de 8 kilómetros y en pendiente continua hasta que llegas a La Muela (1.626m.), es decir, durante 4.5 kilómetros, lo que conviene tomar con cierta calma. Y como digo siempre, recordad que todo lo que sube, baja. Dejamos el coche en el Puertecito , una zona de aparcamiento junto a la carretera CC-16.3 desde donde parte la ruta. Caminaremos por una senda bien señalizada y de tierra en su mayor parte hasta que llegamos al Mirador del Larix desde el que divisaremos parte del Valle del Ambroz y los ejemplares de pinos silvestres o el Alerce, un tipo de conífera que se vuelve de color dorado en pleno otoño.


Desde el Mirador del Larix subiremos por un barranco junto al regato Jaramillo, que nos acompañará todo ese trayecto. Ya próximos a La Muela divisaremos parte de la subida a Hoya Moros y seremos conscientes del daño que provocaron los incendios del último verano en la zona.




En este punto ya divisamos La Muela . Lo que llama la atención nada mas acercarnos son las indicaciones que hay para los aficionados a la escalada: K1, K2, K3, K4 o K5 dependiendo de la dificultad del trazado porque cada nivel tiene su propio recorrido. No era nuestro caso, así que seguimos las indicaciones para los senderistas de a pie.




Cuando llegas a la cumbre se abre ante ti un espectáculo maravilloso con el Valle del Ambroz, la Sierra de Béjar, Hoya Moros, el pantano de Gabriel y Galán, el embalse de Garcimuño o, en días muy claros, la Sierra de Francia. Solo la contemplación basta para pasar varias horas. Recomiendo comer allí mismo, porque la siesta de después tumbado en esos bloques de granito merece del todo la pena.




El lugar es conocido exactamente como el Cancho de La Muela, que hace alusión a una piedra muy grande. En este caso son dos grandes bloques que distan entre sí 50 metros, unidos por una tirolina que solo debe ser utilizada por gente con experiencia. Solo ver la verticalidad del cable en cuestión, impone. Recomiendo aprovechar los distintos huecos que hay en el granito a modo de sillones para recostarse y disfrutar del paisaje. Aunque pueda parecer lo contrario, son muy cómodos.



No hace falta decir que el regreso es más sencillo y transcurre por una pista de tierra a modo de cortafuegos que nos devolverá al punto de partida, el aparcamiento del Puertecito.
Si te apetece seguir la ruta, te dejo el enlace a WIKILOC:

Pero antes de la despedida y de irnos a tomar un café a Candelario, un vuelo a vista de dron sobre toda la zona. Espero que os guste y me contéis si os animáis a hacer la ruta.
¡Hasta la próxima!
Inagotada e inagotable. Gracias por tan buena información.
Emilio de Miguel Martínez
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Espero que por mucho tiempo. Muchas gracias, Emilio.
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