El Mediterráneo siempre es un buen lugar al que volver. Nos acercamos desde Denia hasta Benitachell para hacer una ruta corta pero intensa de ida y vuelta y que nos llevará desde la cala del Moraig hasta la de Llebeig. Es un paisaje majestuoso que nos traslada hasta hace más de 15 millones de años, cuando la separación entre Europa y África dio lugar a la formación de grandes fallas que crearon enormes escalones.
Una de esas fallas es la de Moraig a la que se accede desde la propia cala.

La ruta es un trazado de 4 kilómetros de ida y vuelta que parte del entorno de la Cala del Moraig, un lugar espectacular en el que darse un baño en sus aguas turquesas y no tan templadas como gran parte del Mediterráneo. La ruta está perfectamente indicada y transcurre por una senda estrecha de tierra que sube y baja de manera constante. No es especialmente dura, salvo si padeces de vértigo, aunque también hay tramos algo resbaladizos. Pero solo caminar bordeando el mar durante todo el trayecto ya merece la pena.



Llama la atención las constantes cuevas que nos encontramos en el camino. La Cova de los Morretes, la Cova del Ti Domingo l’Abiar, la Cova de Pepet el Morret, y la Cova del Morro del Bou. Unas cavidades excavadas en la roca a base de piedra seca y mortero que sirvieron de cobijo a pescadores y agricultores, incluidos los animales de carga o los contrabandistas que aguardaban la llegada de telas o tabaco . Las cuevas tenían distintas estructuras como hornos para hacer pan, la vivienda y un pesebre para los animales.




Aunque la ruta es corta, el sol aprieta y conviene hacer alguna parada para beber agua y coger aire en las pocas sombras que hay bajo las higueras o algarrobos. Los golpes de calor pueden ser traicioneros y es mejor tomárselo con calma y ganarse el baño en la cala Llebeig sin prisas.




El descenso a la Cala de Llebeig es delicado. Terreno arenoso y resbaladizo en una pendiente pronunciada que conviene hacer sin prisas. Debajo, unas vistas maravillosas de la cala nos dan el empujón necesario para afrontar los últimos metros.

El baño es obligado aunque, he de decir, que la cala es más bonita desde las alturas. Eso sí, se agradece el agua más fresca de lo normal y el baño te deja como nueva. Apenas hay sombras a pie de playa y, si puedo recomendarte algo, es que te instales junto a las casetas de pescadores. Corre una brisilla que se agradece de qué manera.




Y aquí os dejo el podcast de la ruta:
Os enlazo el track de Wikiloc por si os interesa o queréis seguir mi perfil.

Y el vídeo resumen de la ruta que subo a mi perfil de Instagram:
Gozado desde la meseta. (Corrige un ‘escavadas’.clara errata que se ha deslizado, para que no la vean otros lectores). Gracias y abrazo.
Emilio de Miguel Martínez
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Descuido absoluto e imperdonable. Gracias profesor.
Abrazo desde el mar
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