Reconozco que hicimos esta ruta sin saber el nombre y guiándonos solamente por mi hermano, cuya pasión por su pueblo, que es el mío, le hace poner nombres según su criterio y de manera totalmente subjetiva.
Pero no seré yo quien le quite la ilusión.
Por eso emprendimos la marcha convencidos de llegar al Machu Pichu mogarreño, ¡nada menos! Pero, en realidad, esta ruta no existe ni está señalizada y cualquier parecido con la ciudad sagrada inca, será pura coincidencia.

Salimos desde el Camino de las Eras, en Mogarraz, un trazado repleto de hojas de roble propio de la época. Las colmenas es otro de los atractivos de este recorrido, de hecho se pueden ver varios carteles donde nos avisan-con gran sentido del humor por parte de su dueño- que “las colmenas están dotadas con sistema de aviso GPS y vídeo cámara de vigilancia”, para evitar su robo. Por cierto, colmenas que producen una miel riquísima de la que hemos dado buena cuenta en algunas celebraciones como la de San Blas, pero eso lo contaré en otra ocasión.

La ruta es corta con una duración total de 6,3 kilómetros y, aunque algo empinada, es perfecta para realizar en familia. Lo que más sorprende al llegar arriba es la cabaña redonda de piedra y tejado de escobas- de reciente construcción-cuyo interior está vacío pero desde el que se divisa la Peña de Francia a través de la única ventana que hay.
Incluso lo mejor es llevar el bocata para comer allí. Las vistas son maravillosas porque puedes divisar toda la Sierra de Francia mientras degustas el almuerzo sentado en cualquiera de las piedras enormes de granito que hay en el lugar o en una mesa construida para la ocasión que hace las veces de merendero.









Como siempre, os dejo el vídeo resumen que colgué en mi Instagram.